Certificados veterinarios y sanitarios exigidos por el país de destino. Revisión de vacunas obligatorias (como la rabia). Requisitos específicos según especie, raza o país. Coordinación con autoridades aduaneras y sanitarias
Reserva de vuelos con aerolíneas que aceptan mascotas. Transporte en bodega o cabina según tamaño y normativa. Jaulas homologadas por IATA. Coordinación puerta a puerta (opcional). Rastreo y monitoreo del viaje.
Asesoramiento previo: cómo preparar a la mascota para el vuelo. Acompañamiento durante todo el proceso (prechequeo, escala, llegada). Servicio post-viaje: ayuda con adaptación o trámites al llegar. Línea directa con atención al cliente y veterinarios aliados.